lunes, 30 de julio de 2012

Mamá

No se que es…
No se si son las hormigas
que suben,
poco a poco,
entre los dedos de mis pies.
Quizas sean los ríos rojos y amarillos
y sus afluentes,
los q hacen que todo se pare.
La desembocadura de estos ríos
suena,
suena a bombo,
suena a espíritu libre.
Sigo sin saber que sensación es,
quizás es una sensación de dejadez,
una sensación de andar entre raíces.
Prefiero que suene a aire,
no se si son las hormigas o una compañía;
ríos o pelos al viento, libres;
bombos o corazones;
mar.

sábado, 14 de julio de 2012

es todo oscuro en esta pasión.
todo desorden:
caos, cama, mi habitación.
me abstengo de trayectos largos
con la mochila atada en la espalda.

me aboco por paseos cortos;
como mi mente, descorazada,
como mis pies, descalzos.
todo es viento, pasión,
pólvora, explosión.

porque cortos son los de rosas,
teatro, fantasia, envoltorios,
amor.
porque sangre,
nunca traiciona.

me da igual la tetona,
porque solo una mujer deja cicatriz,
solo una es la que te da amor
para que el tronco crezca.
arena, soledad, sol azul.

jueves, 10 de noviembre de 2011

18

dieciocho primaveras
y ya soy un borracho.
mi bailoteo pide un ese o ese,
tirao' en el sofá hasta que amanece.
ya no comprendo nada,
si mi musa ha sido violada
y mis espíritus ya están muertos.
ya no me creo nada de tus cuentos.

dieciocho primaveras
y aún soy el niño que soñaba con quinceañeras
de buen ver
con un buen culo. 
sin embargo, ahora me tira más el alcohol
y a lo otro que les jodan,
que las mujeres parecen tímidas
pero en la cama son unas semi-diosas.

dieciocho primaveras de borrachera,
compartiendo con mi amigo el ron
algunas mujeres que ronronean
cuando aparece luna llena.
sin embargo, ahora estoy muy solo,
soy un niño ebrio;
mi estomago quiere morir
para descansar entre suaves nubes.

dieciocho primaveras de amores tontos,
de comida con vómitos
y de polvos entre arenas movedizas.
yo no tengo la culpa que todas quieren aparentar 
ser unas santas,
pero la mayoría son satanás bajo mis sábanas;
me da igual si son pequeñas o muy altas, 
gordas o medianas 
si lo único que quiero es recargar mi fusil en tiempos de guerra,
nada más.

lunes, 24 de enero de 2011

Identidades. Me parece irónico que una palabra relativamente corta represente a una multitud de personas, sentimientos e incontables horas dedicadas al papel. Este libro, trabajo o un conjunto de poesías (como queráis llamarlo) lleva el nombre de Identidades porque a lo largo de cada verso, cada palabra, cada letra adopto muchas formas de ver la vida. Así pues, se observa la evolución de mí mismo causada por el paso del tiempo. Sin embargo, no descarto la posibilidad de que ésta sea simplemente, un cúmulo de hormonas que unas veces vienen y otras veces se van.

Identidades está dividido en cinco partes:
La primera se titula “Yo”. Esta parte refleja lo que viví el verano pasado, una época de tristeza causada por mi trabajo en un camping. En los poemas de esta sección, se observan multitud de versos cortos, forzados, provocados por mi escaso conocimiento sobre poesía a principios de verano.
La segunda parte lleva el título “Tú”. Ésta también representa el pasado verano. Sin embargo, refleja un verano de noche y de amor. La parte del “Tú” es mucho más sensible y romántica. Aunque, en este conjunto de poesías no todo son historias de amor, también hay algunas que tratan de amores imposibles, noches perfectas o amor desenfrenado. Es la sección más personal donde se reflejan los sentimientos de un adolescente de diecisiete años. En cada verso hay más fluidez que el anterior, en una búsqueda por eliminar los versos forzados.
La tercera es “El espacio y el tiempo”. Está formada por dos poesías en las que uno se puede dar cuenta de que todo pasa deprisa y de que cada vez se acerca más el final.
La cuarta parte es “Natura”, un reparto de poemas muy variados sobre mi realidad: paisajes, viento, calle, sonidos, ruidos...
La quinta es “Héroes”. Esta parte está formada por un conjunto de relatos cortos muy similares al Realismo sucio de los 90 y al estilo de Raymond Carver, escritor americano de los años 90. Todos los textos tratan sobre las vidas de personas que acaban en desastre.
La última parte es el anexo, es un conjunto de textos que no encajaban en los bloques anteriores, pero que se merecían tener presencia en este trabajo. Los textos son juegos de palabras que me han costado muchas horas escribirlos.
El hecho de que este libro esté estructurado, ordenado o dividido en varias partes es para que el lector lo lea y no piense que he escrito cuatro versos y los he puesto en unos cuantos folios mal grapados.

A simple vista, escribir puede ser sencillo, ya que sólo se tiene que plasmar lo primero que se te pasa por la cabeza y ya está. Es más, mi trabajo puede ser sencillo de realizar porque no necesito buscar información, sólo tengo que pensar cualquier cosa y escribirla en forma de versos. En cierta parte, esto es cierto. No tengo que buscar información en páginas web o enciclopedias, pero he usado el corazón para buscar algo mucho más importante para mí. A través de la poesía y la narrativa, investigo quién soy. Le doy mucha importancia a la respuesta sobre quién soy porque la solución es imprescindible una vez encontrada. Aunque escribir pueda parecer fácil, no lo es. Dejarse llevar por las apariencias es sencillo. De esta manera, son muchas las horas dedicadas a Identidades para lograr que cada verso sea lo más perfecto posible y que la temática sea la correcta para lograr encontrarme a mí mismo.

Cada escritor, poeta, artista pasa por un proceso de creación muy complejo. Algunos escriben a todas horas en su despacho, otros lo hacen en algún bar ruidoso de su ciudad y otros escriben en sus ratos libres. Con esto, no quiero decir que haya tres tipos de escritores, sólo quiero apuntar algunas preferencias. Para escribir un texto o una poesía sigo unos pasos inusuales. Todo empieza cuando quiero plasmar una idea o un pensamiento. En el caso de que sea narración, escribo un esbozo de la historia en un papel y las características de los personajes o sus nombres (que normalmente son americanos para hacer un pequeño homenaje a los libros de Kurt Vonnegut o Raymond Carver y a las películas de Quentin Tarantino, Guy Ritchie y David Fincher). Después, partiendo de ese papel arrugado y con dibujos de seres extraños, intento de la mejor manera posible escribir la narración. En el caso de que quiera escribir una poesía, escribo en un papel frases que se me ocurren en cualquier momento y luego, escribo la poesía en casa. Cuando tengo mis papeles llenos de ideas, me dispongo a ordenarlo todo escribiendo en el ordenador, pero no es tan sencillo. Para hacerlo, necesito que sea de noche y que en casa todos duerman. Sólo así puedo escribir, cuando sé que todos mis familiares están descansando plácidamente. De esta manera, desde el pasado verano no he dormido muchas noches porque estaba escribiendo, hasta reunir unas 40 poesías y una decena de textos. Sin embargo, una parte de estas producciones no han visto la luz por falta de calidad. Todas las poesías y narraciones se tienen que corregir, ya que nada es perfecto. Este proceso de corrección es muy largo y aburrido. Cuando uno hace una redacción para una asignatura como lengua castellana, uno suele corregir los clásicos errores ortográficos y poco más. En un libro, la corrección no es tan simple. Cuando rehago la poesía o la narración por primera vez también corrijo algún error. Pero una vez hecha la primera corrección, no pienso que la creación esté terminada. Quedan muchas horas de poner y quitar comas, cambiar palabras, modificar estructuras, perfilar frases, ajustar rimas, etc. De esta manera, he dedicado muchas horas a modificar y rehacer narraciones y poesías con la finalidad de buscar el mejor resultado posible. Sin embargo, nunca consigo llegar a la “perfección”, a causa de mi insatisfacción como escritor.
Sea famoso o no, todo artista tiene referencias. Para mí, en poesía mis grandes referencias son Pablo Neruda. Los sentimientos que me transmiten los versos de Antonio Machado también son una referencia para mí, al igual que Federico García Lorca y el uso de símbolos.
En la narrativa, mis autores favoritos son mayoritariamente americanos. Así pues, destaca el Realismo Sucio de los años 90. Mi mayor referencia en la narrativa es Raymond Carver con sus relatos cortos en los que el autor demuestra una increíble frialdad hacía sus personajes. Otros autores referentes son Kurt Vonnegut y su humor negro, J.M Coetzee y su dominio del tempo y, finalmente, Enrique Vila-Matas. Sin embargo, hay otros escritores a los que también admiro y que posiblemente me hayan influido como pueden ser: Charles Bukowski, Charles Baudelaire, Samuel Beckett y Edgar Allan Poe. Gracias a todos ellos y especialmente a R. Carver, he escrito relatos cortos muy inspirados en su estilo, como pueden ser: Asco o Soul.
Sin embargo, no todos los artistas que me ayudan a escribir como escribo son escritores. En las narraciones de “Héroes” hay algún guiño a alguna película como, por ejemplo, Magnolia de P.T. Andersen en la corta narración Asco. Debo explicar también que los apellidos de mis personajes son los apellidos de los individuos de películas como: Magnolia, Snatch: Cerdos y diamantes, Lock, Stock and two smoking barrels, El club de la lucha, Kill Bill, Rocknrolla, entre muchas otras. Sin embargo, también hay guiños a la serie de televisión Malcolm in the middle con el personaje de Malcolm Elliott en Soul, y a las narraciones de Raymond Carver con el personaje de Bill Miller en Asco.
Por otra parte, también son una referencia para mí los músicos Kurt Cobain de Nirvana y en menor medida, Patti Smith. Por eso, en Amores efímeros hay un verso que es una frase de Kurt Cobain “tómate tu tiempo, date prisa” y en Soul la protagonista se llama Patricia, Patti para sus amigos más íntimos.

Cuando escribo no busco hacer juegos de palabras como paronomasias o metáforas (A es B, A,B o B en lugar de A). El empleo de recursos literarios me sale de forma automática, producto de todos los libros que he leído, gracias a que mi familia me ha enseñado el hábito de la lectura.
La mayoría de poemas son de verso libre o riman en asonante con algún verso blanco para romper la rima. En un principio, probé a rimar en consonante, pero los versos parecían forzados. Para no estancarme en el mismo tipo de poemas con la misma estructura, intenté que los poemas de “Natura” fueran todo sonetos. Al ver que la estructura del soneto era mucho más difícil de lo que escribía anteriormente y tener que contar todas las sílabas dificultó mucho el proceso de escritura, ya que fue más lento de lo habitual porque en el soneto tenía que cuadrar todo.


En la poesía, Antonio Machado o Federico García Lorca usan un conjunto de símbolos. Por ejemplo, Lorca emplea varias palabras para referirse a la vida y a la muerte. De esta manera, para él, <luna> significaba “muerte”. <agua>, es “muerte” si está estancada y “vitalidad” si no lo está. Finalmente, <sangre> puede significar “muerte” si está derramada y “vida”, si no lo está. Por otra parte, los símbolos de Antonio Machado son similares. Para él, <tarde> es “nostalgia” y “melancolía”, los <jardines> representan la “intimidad”, <agua> es “la fuente purificadora del alma” y <laberinto> es “la imagen con que expresa su propia alma”. Intenté hacer algo parecido con Identidades, pero la complejidad que esto supone para mí no es la misma que supone para Machado o Lorca. De este modo, para ellos, dos autores consolidados es relativamente fácil crear un conjunto de símbolos en sus poesías. En cambio, para mí, tengo que admitir que supone una gran dificultad aplicar este tipo de técnicas en mis poesías.

Por otra parte, un mismo texto puede significar cosas muy distintas. Esto es así porque cada persona tiene conocimientos y experiencias distintas. Lo que quiero decir con esto es que si llegáis a leeros todo este libro no busquéis una gran complejidad. Sólo quiero transmitir ideas, pensamientos, miedos o sensaciones... Y esto no es difícil de entender. Sin embargo, sé que es normal que a cada persona que lo lea le produzca una sensación diferente. No es lo mismo que lea una poesía un chico de quince años con poca experiencia en la vida a un hombre de cuarenta. Dejando de lado la edad, las experiencias vividas y los conocimientos, sólo quiero que disfrutéis al máximo de Identidades, sea cual se vuestra interpretación.


Finalmente, creo que estaría bien explicar o definir de forma breve y de la manera más sencilla posible qué es la poesía para mí. El hecho de escribir, y escribir poesía en particular, representa mi mundo. Intento que lo plasmado en el papel sea un reflejo de mi corazón y mis pensamientos. Por eso mismo, la poesía no son meros versos. Es una forma de vivir. Me atrevo a decir que es mi diario con el que reflexiono desde el verano pasado.
Para lograr este poemario titulado Identidades, han sido muchas las veces que he corregido en las poesías algún error ortográfico; otros, de estilo; he modificado versos, he cambiado estructuras y todo para que se pueda considerar “poesía”. Pero para acabar el libro, ha sido indispensable la participación de Lourdes Domenech porque ha tenido la paciencia de leerse una y otra vez cada palabra y ayudarme en todo lo posible. También debo mencionar la ayuda que he recibido de dos profesores, José Cáliz y Joan Josep Sánchez, de mi hermano y de mis amigos más cercanos, pues me han expresado su opinión para que finalmente Identidades salga a la luz.

Ignasi Navarro

Tinta

Me siento en esa puta butaca solo1
porque las arpías mataron a los ángeles soñadores.
Escribo sobre ese cielo sucio, tumbado,
luchando contra tintados papeles.
Es el son de la pluma,
junto al tic-tac de mis tres agujas,
el baile de la bruma
y el canto de suaves rosas.
Mis tímpanos se quedaron sordos
de tanta poesía silenciosa.
Hoy mi pluma actúa de modo frenético
sobre titubeantes folios con arrugas.
Si sigo intacto es porque
los papeles se quedaron mis delirios
y mis sentimientos.
Odio mi ortografía
y tus miradas.
Mis palabras son poesía
que hunden tus fragatas.
Me vuelvo a sentar solo,
delante de las velas
que marchitan mis versos.
Me derrito entre mis llantos,
mientras forjo mi corazón en la fragua.
Ahora, avanza sobre mi cresta más alta,
con coraje,
que aquí nada es racional.
Nunca pares de sonreír y de subir
peldaños en tu linaje.

1. Nota del autor: En este caso, el “solo” actúa como adjetivo.

Todo aquello que elijo es

Si todo aquello que elijo es lo que me describe, yo elijo ser…
un papel con palabras escritas,
verdes montañas,
blancas sábanas,
acogedoras cabañas.

Una calle sin número,
un vagabundo,
un caballero con burro,
el listo cazurro.

Un artista sin fama,
un amante que no ama,
un dormilón sin cama,
un árbol falto de ramas.

Un derrochador sin racha,
de pelo con escarcha,
un perdedor sin revancha,
una ruidosa avalancha.

Un soñador sin edredones,
el silencio de las canciones,
un bohemio sin opciones,
un cuadro sin colores.

Un actor hermoso,
un anónimo que sueña ser famoso,
el novio celoso,
un carro estancado en el foso.

Soy

Soy... un poeta de adoquines,
de caricias entre cojines.
Soy... la necesidad de que te arrimes
a nuestras camas infelices.
Soy... un mal escritor,
que escribe sueños sin color.

Soy... gritos de dolor
en un mundo sin amor.
Soy… pintor de miradas perdidas,
de olor de tus camisas,
de medias sonrisas.

Soy... un mal amante
que se cansa pronto de besarte.
Soy... un borracho en el parque
esperando a que la Luna seduzca a Marte.

Soy... un nota musical que necesita cantar,
una flor nonata que quiere brotar.
Soy... la tranquilidad del mar
usando la brisa para respirar.

Soy... el arte por doquier,
las ganas de vencer al amanecer.
Soy...una Luna insatisfecha que no quiere crecer
en un mundo donde todos recuerdan el ayer.