Sin beber, vi a mi chica de ensueño.
No recuerdo si era guapa o fea,
no recuerdo si era morena o rubia,
no recuerdo si era alta o baja,
no recuerdo si era flaca o gorda.
La vi reposando sobre mi regazo.
No recuerdo si tenía los ojos verdes o marrones,
no recuerdo si iba descalza o con tacones,
no recuerdo si llevaba falda o pantalones
no recuerdo si era plana o pechugona.
¡Qué más da cómo era!
Sólo sé que en ella había nuevas sensaciones.
La sensación de aceptar cómo soy,
la de serme fiel
y la de quereme con todo su corazón.
Me atrevo a decir,
que mi chica perfecta es sólo1 una sensación
o un sutil sentimiento que me da tranquilidad.
Si total, el físico es efímero y no sirve de nada.
1. Nota del autor: La cursiva es del autor.
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